martes, 4 de noviembre de 2008

El destino nos trajo aquí
para gritar, cantar, llorar
y despojar de tantas muertes
el peso del dolor

... Así nos queme los labios
la pronunciamos
la maldecimos
y la habitamos

... Así nos queme los labios
nuestros sueños
y utopías maltrechas
evocamos

viernes, 31 de octubre de 2008

Empezando por el final: la obra


La obra Así nos queme los labios, fue estrenada un 1 de octubre del 2008. En el Galpón, escenario donde ha pasado mucha de la historia teatral de la empinada, lluviosa y tan verde ciudad de Manizales (de mi alma, sí).

La puesta en escena transcurre en el Innombrable, un pueblecillo con luz propia, un lugar lejano y adorado donde nacimos, comimos, vivimos, lloramos y bla bla bla. Como Eduardo escribió. Allí se suceden los desencuentros de aquellos habitantes que después de algunos años, han debido retornar allí para gritar todo aquello que han tenido que callar. Creando su propio ritual, como una interrupción espacio-temporal en el suceder habitual, en una hora y lugar preciso del destino particular. Cada personaje, atraviesa por acontecimientos insospechados que le desdibujan la mirada y a pesar de ello, decide enfrentar y nombrar, aunque le queme los labios.

Pero esta obra fue fruto de un proyecto de características quijotescas: el proyecto Cadáver exquisito. Surrealista, como bien su nombre indica.

Cadáver exquisito: un proyecto en conjunto


El proyecto de creación e investigación llamado Cadáver exquisito, surge como primera coproducción de la Red latinoamericana de Arte Dramático. En esta oportunidad la alianza se efectuó entre: la Benemérita Universidad de Puebla (México), la Universidad Nacional de Cuyo (Argentina), la Universidad de Guadalajara (México), la Universidad de Caldas (Colombia) y la Universidad de Antioquia (Colombia).
Dicho proyecto se inicia con la idea de crear un espectáculo a partir del tema Muerte y Fiesta. A partir de esta primer idea se determinan dos etapas:

Primera etapa


Maestros y estudiantes de cada una de las Universidades crean una escena teniendo como motivación el tema anteriormente pautado. Cuentos, experiencias, dramaturgias de Cortazar, Silvina Ocampo, Heiner Muller, Sergi Belbel, Uribe Iniesta, son seleccionados por los equipos para su adaptación. Durante este proceso, cada director enviaba una bitácora del proceso de puesta en escena, compuesta por fotos, videos y descripciones.
Los directores de esta etapa fueron: Isabel Cristina Flores (Benemérita Universidad de Puebla), Daniel Ariza (Universidad de Caldas), Víctor Arrojo (Universidad Nacional de Cuyo), Carlos Vázquez (Universidad de Guadalajara)

Segunda etapa


Entonces llegan a Manizales los actores y actrices, con el fin de mostrar las escenas creadas en cada una de sus Universidades. El objetivo era armar, a partir de ellas, un solo espectáculo. Para lograrlo, la Universidad de Caldas, gestiona un espacio y un equipo de personas a disposición. En primer lugar invita a un importante director teatral proveniente de la Universidad de Antioquia, Eduardo Sánchez Medina. Asimismo, convoca a dos estudiantes de dirección para la asistencia; a un grupo de música de la ciudad y a un escenográfo y vestuarista, profesor de la misma Universidad.

Todo este equipo tuvo la tarea de construir en 20 días, un espectáculo que reflejara las diferentes experiencias y vivencias de sus creadores. Los insumos creativos, más allá de las puestas en escenas traídas, estuvieron determinados por la fuerza de un colectivo, su convivencia, historias y memorias. De igual manera, se recurrió al texto Todos los santos, día de muertos, capítulo del libro Los Signos en rotación y otros ensayos del mexicano Octavio Paz. Este texto contribuyó a aportar claridad acerca de conceptos esenciales en la obra, como ritual, muerte, celebración, entre otros.